Periquitos Australianos

Interesantes papagayos en miniatura

Además del conocidísimo y popular periquito común o periquito ondulado (Melopsittacus undulatus), cuyo éxito como ave de jaula y su fácil reproducción permitieron la reintroducción de la especie en sus hábitats de origen, donde estuvo en trance de extinción, una gran cantidad de especies y formas de pequeños papagayos originarios de Australia e islas de Oceanía son comercializados de forma más o menos regular para satisfacer la demanda creciente de los aficionados a las aves exóticas.

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La dulzura, timidez y fácil mantenimiento de estos psitaciformes conduce en muchas ocasiones a la adquisición de un ejemplar que, por supuesto, llega a ser un agradable compañero en el hogar, que languidece y muere sin tener la oportunidad de reproducirse, mientras sus hermanos silvestres, si todavía existen, pueden estar en trance inmediato de extinción. Los periquitos de hierba, pertenecientes al género Neophema de las especies bourkii, chrysostoma, elegans, pulchella o spléndida, pueden establecerse con éxito, ya que su alimentación mayoritariamente granívora, complementada con pastas blandas de huevo, ninfas de hormiga y otros insectos, no oferece demasiados problemas y únicamente necesitan una protección o climatización térmica de las pajareras, si éstas están ubicadas en lugares con inviernos fríos.

Otras especies de los géneros Psephotus, Geopsittacus, Pezeporus, etc., han de recibir idéntico respeto en cuanto al esfuerzo por conseguir su aclimatación, conducente a la obtención de su reproducción que asegure, cuando menos, la existencia de poblaciones numerosas, capaces de recolonizar sus áreas originarias de distribución si se llegaran a extinguir como aves silvestres.


Reproducción de estas especies en cautividad

La principal dificultad en la cría de estos preciosos periquitos de Bourke, de Edwards, de 'rabadilla roja', etc. consiste, en primer lugar en la obtenición de una pareja de idéntica especie y variedad.

Los nombres vulgares, el dimorfismo sexual más o menos evidente y la escasa información sobre estos pájaros puede inducir un cierto confusionismo, que a veces llega a desilusionar al aficionado.

Por otra parte, no siempre están disponibles en los comercios especializados individuos de distinto sexo e igual especie que permitan concebir el atisbo de la iniciación de la aventura. Superado este primer obstáculo unido al precio, frecuentemente excesivo, del par hemos de buscar la mayor información sobre nuestros huéspedes, recopilando artículos y capítulos de obras monográficas que, en muchos casos, estarán editados en idiomas extranjeros: inglés, alemán y francés principalmente.

En ocasiones cotejaremos datos aparentemente contradictorios que, sin embargo, probablemente son ciertos y acumulan la experiencia de aquellos que nos han precedido en la aclimatación de esas aves. Pajareras interiores-exteriores bien climatizadas; cajas nido de madera, con o sin ventana acristalada de observación, de diferentes formas y tamaños, y una gran dosis de paciencia, aderezada con bastantes gotas de entusiasmo, nos llevarán, con seguridad, al éxito en la obtención de varios ejemplares jóvenes de periquitos, que además podrán rentabilizar económicamente la inversión realizada.

El mímo con que deben tratarse estas especies exige una limpieza esmerada, combinada con una rigurosa profilaxis de exoparásitos, sin olvidar el reposo y tranquilidad dc los periquitos, a los que no se molestará ni ahuyentará.